El vapor silente de tu voz cadenciosa llegó cuando el dolor recitaba elegías en la comisura de mis labios.
Hallaste mi cuerpo despierto, un terreno de mineral trillado y demasiado pequeño para abanicar tus renovados brotes de aspiraciones, esencia de amor.
Accedí inconsciente a desactivar la alarma del sótano de la memoria para liberar mi arsenal de sonrisas y anegar las cenizas de mis recuerdos con el brillo pasional y pacífico de tus ojos.
Libero mi carga en el abismo de tu comprensión, olvido la soledad al ver escrito mi nombre en tu cuello despoblado.
Las algas frondosas de tus cabellos aceleran mi pulso para enmudecer el alfabeto de mi penitencia anunciadora ilusa de mi cautela.
Acariciar un propósito compartido y sin argucias es el mensaje que te envía la seguridad de mi abrazo
Así derramo mi alegría que deja de ser secreto, el refugio de un sueño que dibujo en tus adentros cuando te digo por primera vez lo mucho que te quiero. Resplandeciendo.
Has impuesto con éxito tu alquimia, ahora me llamas La Estrella del Sur.

2 comentarios:
Solo paso a dejarle una GRAN sonrisa en su blog, un pequeño beso y a preguntarle... ¿Acaso usted se ha desprendido del cielo?
"...No hay un rostro que pueda dormir cuando te ha visto, ni sienta que, por dentro, van cantando los árboles.
Eres como quisieran ser los astros más lentos, las altas catedrales, las ciudades de Europa que desnudan sus flores con un COPO DE NIEVE..."
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